Hace ya 18 días que seis trabajadores de Telefónica dejaron voluntariamente de comer para denunciar el despido improcedente
de uno de ellos y exigir su readmisión. Han perdido mucho peso y están
débiles, pero los sostiene, afirman, las muestras de solidaridad que han
recibido, tanto sobre el terreno como desde el ciberespacio. Se trata,
sin embargo, de un apoyo moral. El ayuno -sólo toman líquidos- les ha
pasado hoy factura: uno de ellos, Josep Bel, ha tenido que ser
trasladado esta mañana en ambulancia a la clínica Quirón. Sufría de
fuertes dolores de estómago y el equipo de médicos que los atienden y
supervisan su salud ha decidido que ya había llegado el momento de
abandonar la protesta. “Ya hace días que debería haberlo dejado. Estaba
muy débil”, subraya uno de sus compañeros, que han retransmitido en
directo y vía Bambuser su partida. (El trabajador ha sido diagnosticado más tarde con una infección y enviado a casa).
El estado de salud de Josep Bel se ha seguido con preocupación en el
local del sindicatos de Cobas, convertido en vivienda provisional de los
huelguistas y en centro de operaciones de los que les ayudan. La
posición de Telefónica sigue inamovible: la única respuesta que la
empresa ha dado a la protesta ha sido reafirmar que Marcos Armenteros,
que fue despedido tras una serie de bajas médica discontinuas, no será
readmitido. “Telefónica ha manifestado de forma inequívoca su voluntad
de no renunciar a las facultades de opción que le confiere el
ordenamiento jurídico y no va a revertir esta opción en favor de los
trabajadores, aun cuando el despido haya sido declarado improcedente
judicialmente”, afirmaba el director de Recursos Humanos de la compañía,
Jesús Figueroa, en una carta enviada
al comité de empresa de Barcelona este lunes y en la que le conminaba
abandonar la protesta en las instalaciones cedidas al sindicato y le
advertía de “la reserva de acciones, así como la intención de acudir a
las autoridades competentes en el supuesto que estos actos de
reivindicación incidan en el desarrollo normal de la actividad
empresarial” . Según explican los trabajadores, se la entregó en mano el
director de Telefónica en Catalunya, Kim Faura, a un representante del
comité en una entrevista de menos de tres minutos. “Nos están amenazando
con desalojarnos”, afirman.
Tras 18 días, el enroque de Telefónica sitúa contra las cuerdas a los
huelguistas. Hoy tenían previsto reunirse una vez más para hacer
balance de la situación y decidir qué hacer. No han conseguido de
momento ninguno de los objetivos que perseguía la protesta (la
readmisión de Marcos, la abolición del artículo del Estatuto de
Trabajadores que hizo posible su despido y que cualquier trabajador
pueda elegir entre la indemnización y la vuelta el puesto de trabajo en
caso de despido improcedente). ”Lo que sí hemos conseguido es mucha
solidaridad y que se sepa que Telefónica no es cómo dice que es”,
subraya un trabajador.
Las
muestras de apoyo a lo largo de estos días por parte de colectivos
sociales y partidos de la izquierda no han cesado. Esta mañana, sin ir
más lejos, los Iaioflautas han ocupado la tienda de Movistar en plaza
Catalunya para visibilizar más la huelga. Mientras tanto, los
trabajadores recibían la visita de Joan Josep Nuet, coordinador general
de EUiA, acompañado del griego Alexis Tsipras, líder de Syriza, que
participa esta noche en el mitin de campaña de Joan Herrera, candidato a
la Generalitat por ICV-EUiA.
http://guerrerosdelteclado.wordpress.com/2012/11/22/enroque-en-telefonica/
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